domingo, 6 de mayo de 2012

Cuarto medio- GEOGRAFIA FISICA Y HUMANA DE AMERICA LATINA Unidad 2: América Latina contemporánea Climas y relieves; regiones; población; zonas económicas Los continentes son grandes masas de tierra emergida, convencionalmente hay siete: Asia, África, América del Norte, América del Sur, Europa, Australia, y Antártica. Algunos autores enumeran seis únicos continentes, combinando Europa y Asia en Eurasia. En algunas partes del mundo consideran que hay simplemente cinco continentes: Eurasia, Australia, África, Antártica y las Américas. Para la mayoría de los geógrafos, sin embargo, "continente" no es simplemente un término físico, también lleva connotaciones culturales. Por ejemplo, Europa y Asia son físicamente parte de la misma masa terrestre, pero las dos áreas son culturalmente diversas. (Esto es, los grupos culturales en Asia tienen más en común entre ellos, que con los de Europa). Las islas ubicadas cerca de alguno de las grandes masas son consideradas generalmente parte de ese continente. Groenlandia, por ejemplo, es políticamente parte de Europa, pero pertenece geográficamente a América del Norte, como las islas del Caribe y el Océano Atlántico Norte occidental. Algunas islas y grupos de islas no son considerados parte de ningún continente; geográficamente hablando. Nueva Zelandia, Hawai, y Polinesia Francesa están entre ellos. Cada continente es único, pero todos ellos están caracterizados por dos aspectos: poseen, por un lado, antiguas regiones geológicamente estables y, por otro, áreas más jóvenes, geológicamente activas. Las mayores cadenas montañosas de los continentes se encuentran en estas regiones más jóvenes. Como dato curioso, todos los continentes, excepto Antártica, tienen "forma de cuña", con la parte más amplia al norte que al sur. América es un continente muy especial, inicialmente por su forma longitudinal característica, ya que abarca tierras casi desde el Polo Norte, hasta casi hacer contacto con el territorio de la Antártica. Es singular también por las características de los habitantes americanos. Por su posición geográfica, América representa la mayor autonomía territorial de todas las tierras continentales, individualizadas del resto de otros conjuntos continentales y separada de ellos por las dos grandes masas oceánicas del Pacífico y del Atlántico. Otro hecho notable de la geografía del continente americano, es el sentido y la orientación en el desarrollo de sus tierras, alineadas de norte a sur, un huso horario continental continuo, con una alineación que representa un hecho geográfico único, que no tienen los demás continentes. Debido a que comprende con amplitud tierras de ambos hemisferios, América presenta todos los tipos de clima conocidos sobre la superficie terrestre y de manera contrapuesta las diferentes estaciones del año, con lo cual también tiene una multitud de los diferentes paisajes naturales del mundo, con la más grande variedad de plantas y animales. En los distintos tipos de paisajes naturales en Sudamérica es posible encontrar suelos: de alta montaña en las cumbres de la Cordillera de los Andes, áreas de desierto y semidesierto, suelos dedicados al pastoreo, tierras de cultivo y tierras de bosques. Estas últimas, asociadas entre otras a la cuenca del río Amazonas, se caracterizan por presentar una de las selvas tropicales más ricas en biodiversidad que existen en el planeta, constituyéndose en una importante reserva para la biósfera que cubre una gran proporción de territorio en América del Sur. 1.- División política. El nombre de este continente es derivado del cartógrafo y navegante italiano Américo Vespucio, quien realizó los primeros mapas de la región; dicho nombre es empleado por primera vez en 1507 en la obra Cosmographiae introductio, de M. Waldssemüller. El continente Americano se encuentra limitado por los meridianos 173° E y 35° W, y por los paralelos 83° N y 56° S. Sus tierras van desde los territorios insulares árticos próximos al Polo Norte hasta latitudes meridionales bastante avanzadas hacia la Antártica. Con una extensión superficial de 42.044 millones de km2, representa un poco menos de la tercera parte de la superficie de la Tierra y, con una población que vive en el continente, una séptima parte del total de la población del planeta. Nuestro continente se encuentra formado por dos grandes regiones: América del Norte y América del sur, que se unen por medio de la porción ístmica de América Central y se acompañan de la región del Caribe con las islas de las Antillas. Antes del encuentro con los europeos, en 1492, la población de América era importante por su cultura, que contaba con una gran organización económica, política y militar. De tal manera que habían prosperado grandes civilizaciones, y hasta formado imperios, como el Inca, en Perú, y el Maya y el Azteca, en México. Pero, como consecuencia de la conquista, los territorios americanos pasaron a ser colonias de España, Francia, Inglaterra y Portugal, que eran las potencias europeas de aquel momento. Después de un largo y penoso período colonial, se inicia a fines del siglo XVIII el proceso libertario en las Américas. Las colonias de Inglaterra fueron las primeras en declarar su independencia en 1776, constituyendo los Estados Unidos de Norteamérica. Después, México inició su movimiento de independencia en 1810 y posteriormente los demás países del Centro y Sur de América. El ideal de Simón Bolívar, "El Libertador de las Américas ", era que todos los países, desde río Bravo hasta Tierra de Fuego, formaran una sola gran nación latinoamericana. No obstante, las diferentes características físicas y sociales de esta región dieron por resultado la formación de numerosos países. Países integrantes: Desde el punto de vista político, América se compone de tres regiones, América del Norte, América Central y las Antillas y América del sur, formadas por los países que se señalan en el cuadro correspondiente. América del Norte: Canadá, Estados Unidos de América y México, así como Groenlandia, colonia de Dinamarca y Miguelón, de Francia. América del Centro y las Antillas: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Costa Rica, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago; son colonias Puerto Rico e Islas Vírgenes, de Estados Unidos; Guadalupe y Martinica, de Francia; Antillas Neerladesas, de Países Bajos; Anguilla, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Turcos y Caicos, del Reino Unido. América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela; la Guayana Francesa, que es posesión de Francia; las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur, así como las Falkland, reclamadas por Argentina con el nombre de Malvinas, pero en poder del Reino Unido. 2.- El medio físico. El relieve de América ofrece un panorama variado, constituido por grandes cadenas montañosas que generalmente se extienden paralelamente a los litorales del Pacífico y del Atlántico, amplias llanuras que ocupan la porción central del continente y mesetas, altas y bajas, limitadas por cordilleras. América tiene costas hacia el oeste con el Océano Pacífico, lo que le proporciona comunicación con Asia y Oceanía; al este con el Océano Atlántico, que le sirve de enlace con Europa y África. Precisamente, tres regiones de este océano forman lo que es conocido con el nombre de Mediterráneo Americano: el Golfo de México, el mar de las Antillas y el mar Caribe. El Golfo de México es poco profundo en todas las regiones cercanas al litoral, pero tiene una gran fosa tectónica en el centro y, a expensas de él, se han ido formando por levantamiento tierras de la llanura costera del propio Golfo. Tiene dos accesos: por el estrecho de la Florida, entre la península de este nombre y Cuba, y por el estrecho de Yucatán, entre la mencionada isla y el elemento peninsular yucateco. Ocupa una superficie de 1.600.000 km2. El mar de las Antillas se extiende entre las costas orientales de la península de Yucatán, las septentrionales de Honduras y de Jamaica, las occidentales de Haití y las meridionales de Cuba. Es una depresión formada por plegamientos del terciario, y una de sus zonas, la hoya de Bartlett, tiene grandes profundidades. Su extensión es de 450.000 km2. Con una extensión de 1.490.000 km2, el mar Caribe se encuentra entre las islas Jamaica, Haití y Puerto Rico, al norte; las Antillas Menores, al este; las costas septentrionales de Sudamérica, al sur, y las costas orientales de la América Central, al oeste. Se trata de un mar muy antiguo y, muy distinto a los dos anteriores. Se encuentra al sur de las prolongaciones orientales de los plegamientos modernos de Norteamérica, y al norte de los plegamientos, también orientales y modernos, de Sudamérica. Sus límites, al oriente (insular) y al occidente (ístmico), lo constituyen zonas volcánicas terciarias y cuaternarias. Humboldt denominó Andes Americanos a todo el sistema de sierras del oeste de América, que van desde el estrecho de Behring, hasta Tierra de Fuego. Para dar una idea precisa de lo que representa el diverso y extraordinario relieve de América, es conveniente dividirlo en América del Norte, América Central y América del Sur. Los elementos principales de este gran sistema montañoso son las Rocallosas de Norteamérica, las Sierras Madres mexicanas, las montañas centroamericanas, las Antillanas y los Andes Sudamericanos. Montañas Rocallosas. Se integran de tres elementos del relieve de América del Norte que son los siguientes: Montañas Rocallosas, propiamente dichas; Sierras Cercanas al Océano pacífico; y las mesetas intermontanas, entre las dos cadenas anteriores. Las montañas Rocallosas comprenden diversas sierras que comienzan en Alaska, en donde reciben el nombre de Endicott, y en Canadá septentrional donde son conocidas como Mackenzie; continúan más al sur con las Rocallosas canadienses y estadounidenses y, por último, con las montañas de Transpecos. Estas sierras son principalmente de plegamiento, aunque las Rocallosas propiamente dichas están cubiertas en algunas regiones de lava y toba volcánica modernas. En medio de las sierras cercanas al Océano Pacífico, pueden mencionarse la Sierra de Alaska, la Sierra Costera de Columbia Británica, en Canadá, y las sierras Cascada y Nevada en Estados Unidos, en las cuales predominan las rocas volcánicas de erupciones modernas y batolitos. Entre las dos cadenas montañosas se encuentra una serie de mesetas intermontanas que son, de norte a sur, la del río Yukón, las de los ríos Fraser y Columbia y las del río Colorado, que en parte es conocida también con el nombre de Gran Cuenca y con el de Región Cuencas y Sierras. La meseta del Yukón está formada por rocas sedimentarias antiguas y por la llanura fluvial cuaternaria de ese río; las mesetas del Fraser y del Columbia tienen grandes extensiones cubiertas por lava volcánica moderna, y la Gran Cuenca presenta una cubierta superficial en la que predominan terrenos producidos por las condiciones desérticas del cuaternario. Sierras Madres. Este nombre es el que tradicionalmente se aplica en México a las principales cadenas montañosas, representadas por los elementos mencionados a continuación: Las montañas de plegamiento con batolitos, y algunas rocas eruptivas que se han descrito como Sierras Cercanas al Océano Pacífico de Norteamérica, se continúan en las Sierras de Baja California, la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Chiapas. Las Montañas Rocallosas, el elemento principal del relieve de Norteamérica, tiene su prolongación en la Sierra Madre Occidental, los plegamientos que atraviesan México septentrional, a la altura del paralelo 20° N, la Sierra Madre Oriental, la Sierra Volcánica Transversal, así como en las mesetas y Sierras del Norte de Chiapas. Entre estos elementos montañosos principales se encuentra una serie de depresiones intermontanas como la depresión que conforma el Golfo de California, la Depresión del Río Balsas, la depresión que corresponde a los ríos Tehuacán y Tomellín y, por último, la Depresión Central de Chiapas. En estas depresiones son frecuentes las rocas cuaternarias (llanuras costeras de Sonora y Sinaloa), aunque también se hallan rocas sedimentarias de otras épocas (depresión del Balsas y depresión central de Chiapas) y, algunas veces, lava volcánica moderna (depresión del Balsas). Las montañas centroamericanas y antillanas. En América Central y las Antillas las montañas son de dos tipos principales: • Montañas de plegamiento, que son la continuación de las Rocallosas y Sierras Madres. • Montañas formadas por edificios volcánicos. Son montañas de plegamiento, compuestas principalmente de rocas de magma, las que se sitúan al este de la Sierra Madre de Chiapas, los Altos de Guatemala y las Sierras septentrionales de Honduras y de Nicaragua, y las montañas de Jamaica y del suroeste de Haití. Las montañas de plegamiento, que son continuación de la Sierra Septentrional de Chiapas, como las montañas guatemaltecas situadas al norte del lago Izabal, la sierra de Cockscomb, en Belice; la Sierra Maestra del oriente de Cuba, las montañas del noroeste de Haití, las Sierras Centrales de Santo Domingo y de Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Entre estos dos elementos se encuentra una serie de sinclinorios: la depresión del lago Izabal, la Gran Hoya de Bartlett, entre Cuba y Jamaica; el Golfo de Gonaives, en el oeste de Haití, y la depresión de Enriquillo, en Santo Domingo. Del segundo tipo son los elementos que a continuación se señalan: • La Sierra Volcánica que comienza al sur de Guatemala y se prolonga cerca del Océano Pacífico hasta el istmo de Panamá. • El archipiélago de islas volcánicas que se extiende entre las islas Vírgenes y la isla de Trinidad, pero que excluye a estos elementos insulares. Entre las montañas del norte de Honduras y de Nicaragua, de un lado, y la Sierra Volcánica de Nicaragua y Costa Rica, del otro, se encuentra la depresión de los lagos Nicaragua y Managua. Andes Sudamericanos Esta gran cordillera está formada por plegamientos que atraviesan de Sur a Norte toda América del Sur, en regiones cercanas al Océano Pacífico. A estos plegamientos los cubren en algunas regiones grandes capas de lava y toba volcánica, o edificios volcánicos, todos modernos, en los que predomina la andesita, es decir, una roca menos básica que el basalto. En Chile y Argentina, los Andes constituyen una gran cordillera principal, en Perú y Bolivia existen dos grandes cordilleras, una oriental y otra occidental, entre las cuales se encuentra la Altiplanicie peruano boliviana, que está formada por mesetas interiores de rellenamiento lacustre, como la del lago Titicaca, por ejemplo. En Ecuador también los Andes forman un gran macizo de montañas semejantes al de Chile, pero limitado al este y al oeste del país por dos sistemas montañosos. En Colombia, los Andes se dividen en tres cordilleras: la oriental, la central y la occidental, entre las cuales se extienden depresiones y llanuras fluviales, sobre las que corren los ríos Magdalena y Cauca. En Venezuela, los Andes ya orientados de este a oeste, como ocurre en Centroamérica con las montañas de Guatemala, Honduras y Nicaragua, se prolongan a lo largo de toda la costa septentrional hasta quedar sumergidos y formar, más adelante, la isla Trinidad. Las montañas antiguas Entre las montañas antiguas de América pueden mencionarse las Montañas Apalaches en Norteamérica; así como el macizo montañoso de la Guayana y el macizo montañoso de Brasil, en Sudamérica. Los Apalaches. Se extienden desde cerca de la costa del Golfo de México, al norte de la Florida, hasta la isla de Terranova, atravesando el este de los Estados Unidos y una pequeña zona del orienta de Canadá. Se formaron durante la revolución geológica Apalachiana, a fines del Paleozoico, época en que debieron tener una gran elevación. Incluyen las montañas Apalaches propiamente dichas, al centro, las mesetas apalachianas, de denudación o desgaste, al oeste, y las mesetas de piedemonte, al este. Las montañas de la Guayana. Constituyen un gran macizo que se extiende de este a oeste entre las cuencas de los ríos Orinoco, al noroeste, y Amazonas, al sur. Las montañas de Brasil. Al sur del río Amazonas, ocupando extensas regiones del centro y oriente de Brasil, se encuentran las regiones elevadas que reciben el nombre de macizo de Brasil donde, como en Norteamérica, predominan las rocas azoicas, proterozoicas y paleozoicas; pero en la región sur de las montañas se encuentra una extensa área de mesetas o llanuras cubiertas de lava o toba volcánica moderna. Por la naturaleza de sus rocas, el Macizo de Brasil puede considerarse como formado por montañas magmáticas antiguas. Sin embargo, en algunas regiones de este macizo existen mesetas interiores que son principalmente de denudación o desgaste, y en su región noreste está atravesado, de sur a norte, por la importante cuenca del río San Francisco. Llanuras y mesetas centrales. Entre los elementos montañosos americanos se encuentra una serie de llanuras y mesetas, entre las cuales son más destacadas el Escudo Canadiense, la Llanura del Misisipi, las Grandes Llanuras del Oeste y la Altiplanicie Mexicana, que se ubican en Norteamérica; los Llanos del Orinoco, las Llanuras del Amazonas, el Chaco, la Pampa, la Patagonia, en Sudamérica. El Escudo Canadiense. Se extiende por casi todo el norte y este de Canadá y recibe el nombre de escudo por la forma del relieve de la región, que se asemeja a un escudo de guerra. Es una región formada por masas magmáticas y metamórficas antiguas en casi toda su extensión, excepto en sus bordes, donde existen rocas sedimentarias paleozoicas. La presencia de rocas tan antiguas, como las azoicas, proterozoicas y paleozoicas, se explica por el hecho de que es una región de la Tierra que ha estado durante mucho tiempo por encima del nivel del mar y, como consecuencia de ello, ha sufrido una intensa denudación. Esta región estuvo cubierta de hielo durante el Pleistoceno, por lo cual, a lo largo de los límites glaciares continentales de la época, se formaron numerosos lagos y grandes ríos. Entre estos pueden mencionarse los Grandes Lagos: Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario, ubicados entre los límites de Canadá y Estados Unidos. Los lagos Grande de Osos, Grande de Esclavos y el Athabasca, que desaguan en el río Mackenzie; el lago Winnipeg, que afluye en el río Nelson. Además otros lagos que desaguan en el río Churchill. Grandes Llanuras. Es el nombre genérico de una región regada por tributarios de los ríos Mackenzie, Churchill, Nelson y Misisipi, que abarca el sur y el centro de Canadá, así como el este de estados Unidos, que está integrada de mesetas poco elevadas de piedemonte y compuestas principalmente de rocas del mesozoico y del terciario que ha sufrido escasa denudación debido al clima seco. Llanuras del Misisipi. Se ubican al sur de los Grandes Lagos, al oeste de las montañas Apalaches y al este de los Grandes Llanos. Es una región de planicies bajas, denudada por afluentes del río Misisipi, formadas por rocas sedimentarias de diversos periodos; pero a lo largo del río y en su delta tiene extensas llanuras fluviales de sedimentos del cuaternario. Altiplanicie Mexicana. Se considera la continuación de las Grandes Llanuras. Al igual que estas, está formada por rocas del Mesozoico, pero presenta rocas del cuaternario, debido a que está compuesta de mesetas altas de sedimentación o rellenamiento. Como límite entre las grandes Llanuras y la altiplanicie Mexicana está el río Bravo, cuyo principal afluente mexicano es el río Conchos. Llanos del Orinoco. Limitan al norte con los Andes Venezolanos, al oeste con la Cordillera Andina Oriental, de Colombia, y al sur por el Macizo de Guayana. Son de denudación, excepto a lo largo del río Orinoco y su delta, en donde las llanuras son fluviales. Llanuras del Amazonas. Se encuentran entre las montañas de la Guayana, las de Brasil y los Andes y están formadas por rocas sedimentarias de diversas épocas, con predominio de los materiales terciarios en toda la zona occidental, que es de denudación. Por el contrario, a lo largo del Amazonas y sus afluentes, así como del delta mismo, son extensas las llanuras fluviales sedimentarias del cuaternario. El Chaco y la Pampa. Entre las montañas del Brasil, que se encuentran al norte y este, y los Andes, situados al oeste, se localizan extensas regiones de llanuras, como el Chaco y la Pampa. Estas llanuras son casi todas de piedemonte y están formadas principalmente de sedimentos del cuaternario. A lo largo de esta región corre el gran río Paraná, con numerosos afluentes. En estos ríos se han formado las correspondientes llanuras fluviales. Patagonia. Al sur de la Pampa, y limitada con el Océano Atlántico al este, y al oeste con los Andes, se encuentran las llanuras de la Patagonia. Es una llanura costera de levantamiento formada principalmente de sedimentos cuaternarios, que en parte corresponden al clima seco. En el extremo sur de la Patagonia y en la isla de Tierra de Fuego las llanuras son glaciales. Llanura Costera Noratlántica. Al este de Estados Unidos y bordeando todo el Golfo de México, se encuentra la extensa Llanura Costera Noratlántica. Son tierras que comenzaron a levantarse en el mesozoico, que continuaron levantándose durante el terciario y que aún en el cuaternario han sufrido un proceso de elevación. En las regiones continentales de esta zona se encuentran dispuestas desde el exterior al interior y en forma concéntrica, rocas del mesozoico, terciario y cuaternario, todas de origen marino principalmente y, sólo en la desembocadura de los grandes ríos (Misisipi, Papaloapan, Coatzacoalcos, Grijalva y Usumacinta) predominan las llanuras fluviales sedimentarias del cuaternario. En las penínsulas de Florida y Yucatán, así como en las regiones centrales y occidentales de Cuba, se presentan grandes extensiones de karst. Llanuras Costeras del Pacífico. A lo largo de la costa del Océano pacífico existen pocas extensiones de llanuras costeras. En estas llanuras son frecuentes los sedimentos del cuaternario, excepto en el norte de Chile, Perú y la costa occidental de Baja California, donde los terrenos cuaternarios son propios de clima seco. En Canadá tienen una prolongación en la isla de Vancouver y en el archipiélago de la Reina Carlota; así como en el sur de Chile, en la isla de Chiloé y en el archipiélago de los Chonos. Clima y vegetación. Al conjugarse diversos factores como estar limitados por los dos más grandes océanos, que cuentan con corrientes marinas cálidas y frías, la extensión de su territorio en el sentido de la latitud, así como la existencia de largas cadenas montañosas, el continente americano presenta una gran variedad de climas y especies vegetales. De acuerdo con la clasificación de Köppen, en América encontramos todos los tipos fundamentales del clima, como se indican a continuación: • Clima tropical húmedo lluvias todo el año (Af). Se localiza en las regiones ecuatoriales y lugares cercanos a ellas, como la cuenca del río Amazonas. A este clima le corresponde el tipo de vegetación de selva. La vida animal esta representada por los pájaros de brillantes colores, mariposas muy diversas, monos de todas clases, reptiles, jaguares y gran variedad de insectos. • Clima tropical con lluvias de verano (Aw). Se distribuye principalmente en las llanuras del Orinoco y el sur de Brasil. La temperatura en esta zona climática de América es elevada, pero su humedad disminuye paulatinamente conformo no alejarnos de la selva ecuatorial. Hay una combinación de periodos de lluvia con sequía, condiciones que caracterizan a la sabana americana. Aquí la vegetación herbácea se caracteriza por la presencia de altas gramíneas. En las costas de esta zona tropical prosperan amplios terrenos de manglares y palmeras. En los lugares poco poblados, la fauna silvestre, esta representada por especies de carnívoros como los jaguares y los pumas; por pequeños herbívoros, como los conejos y las liebres. Cerca de las porciones habitadas prospera la cría de ganado vacuno, cabrío, porcino y lanar. • Clima tropical con lluvias de monzón en verano (Am). Abarca zonas de las costas del Golfo de México y noroeste de Brasil, en donde es importante la acción de los ciclones tropicales, que aumentan la precipitación en verano. Su vegetación natural es el bosque tropical. • Climas seco estepario (BS) y seco desértico (BW). Se distribuyen en el norte, el noroeste y Baja California, en México; los Grandes Llanos y el suroeste de los Estados Unidos; las costas de Perú y el norte de Chile; además las llanuras de la Patagonia. La característica vegetación herbáceas y la pobreza de los árboles se deben a la escasez de las lluvias. Donde la sequía se acentúa más, la vegetación es xerófilas o no existe. Como su flora es escasa, la fauna de las zonas con clima desértico en América se compone generalmente de reptiles y pequeños roedores. En las comarcas de climas esteparios prospera la fauna doméstica. Grandes rebaños de ganado bovino, lanar y caballar se alimentan de vegetación herbácea de estas áreas. • Clima templado con lluvias en verano (Cf). Está diferenciado por una abundante lluvia monzónica en verano causada por los vientos húmedos del este o por ciclones tropicales. Se encuentra distribuido en el sureste de Estados Unidos, sur de Brasil y la cuenca del río Paraná. Corresponde a este clima una vegetación de bosques y una fauna doméstica. • Clima templado con lluvias de convección en verano (Cw). Es el clima característico de las mesetas que se encuentran al sur de la Altiplanicie Mexicana. Se distribuye en la Altiplanicie Mexicana, en las regiones montañosas de América Central y en los Andes Sudamericanos. Presenta vegetación herbácea. Corresponde a este clima una vegetación herbácea, conocida como estepa tropical. • Clima templado con lluvias en invierno (Cs). De tipo mediterráneo, se localiza en porciones de las costas del Pacífico, al suroeste de Estados Unidos, al noroeste de México y el centro de Chile. Su vegetación de matorrales y herbácea, es la característica de las zonas mediterráneas del globo. El terreno de estos lugares es favorable para el cultivo del olivo, la vid, cítricos y la palmera datilera. • Clima templado con lluvias todo el año (Cf). Corresponde a casi todo Alaska, porciones del noroeste de Estados Unidos, al sur de los Grandes Lagos y a las costas del occidente de Canadá. Su flora se compone de bosques que alternan con árboles de hojas caducas y coníferas. • Clima frío con lluvias todo el año (Df). Clima del centro de Canadá y el extremo del sur de Chile. La flora característica de esta zona es de bosque de coníferas. • Clima polar de Tundra (ET). Es el clima propio de las altas latitudes, donde las temperaturas son muy frías durante todo el año. Se localiza en el norte de Canadá, costas de Alaska, norte de Groenlandia y el extremo sur de las costas de Chile. Por las condiciones del clima el suelo se cubre de hielo durante la mayor parte del año y evita el desarrollo de la vegetación general. La flora se compone sólo de líquenes, musgos y coníferas muy pequeñas. • Clima polar de alta montaña (EB). Con las características de los climas polares de tundra y de hielos perpetuos, debido a la altitud, se halla en las regiones elevadas de las Rocallosas, las Sierras Madres y de los Andes. Vegetación Esta distribución climática determina la existencia de ciertas especies vegetales características distribuidas en las regiones fitogeográficas holártica, neointertropical y antárticoandina. • Región holártica. Comprende casi toda Norteamérica, engloba territorios de las climáticas B, C, D Y E. A partir de las costas septentrionales, las regiones naturales se distribuyen de la siguiente manera: primero está la tundra, en la cual sobresalen líquenes, musgos, árboles enanos y algunas herbáceas; a continuación está el bosque de coníferas, también llamado taiga, en donde las coníferas son representadas por pinos y abetos, asimismo, se hallan especies de hojas caducas, como abedules, alisos, robles, álamos, encinos, hayas y castaños; luego se sitúa la pradera, de herbáceas; finalmente, más al sur, se encuentran zonas desérticas y semidesérticas, con xerófilas peculiares como agaves, cactos, mezquites y yucas. • Región neointertropical. Abarca grandes extensiones del sur y sureste de México, así como América Central. Como regiones naturales están la selva tropical, donde son especies típicas la palmera, la caoba, el cedro rojo, el caucho, la ceiba, el palo de Brasil, el palo de Campeche, leguminosas y epiquitas; la sabana, con herbáceas y con especies originarias como el maíz, la calabaza y la yuca. Hay un predominio de los climas de la zona tropical (A); aunque en algunas partes la altitud determina la existencia de climas de las zonas templada y seca, como el templado con lluvias en verano (Cw), donde existe vegetación propia de las regiones holártica y antárticoandina, y seco estepario (BS) y seco desértico (BW), con su respectiva vegetación de algunas herbáceas xerófilas. • Región antárticoandina. El extremo sur de Chile tiene clima polar de tundra ET, presente praderas, de vegetación herbácea, entre las que la Pampa argentina y la Puna Peruano boliviana son las más conocidas. La papa es característica de los Andes Sudamericanos, y en las regiones llanas se encuentra el quebracho, el ombú y el mate, que es un arbusto típico de la región. Existe vegetación xerófila, entre cuyas plantas pueden mencionarse el algarrobo del Chaco. • En el sureste de Brasil, y sobre todo en Chile, los árboles están representados por coníferas del género araucaria. Los musgos y líquenes se encuentran en regiones de gran altitud en las montañas meridionales de Chile. Contrastes culturales y económicos. Debido a las diferencias culturales que existen entre la población del noreste con la del resto del continente Americano, se acostumbra dividirle en dos grandes regiones culturales denominadas América Anglosajona y América Latina. El punto de vista inicial para establecer esta regionalización parte de la distribución lingüística. En América del Norte, predomina la población que habla el inglés, de la familia lingüística germana, que es de origen sajón; por su parte, los países localizados al sur del río Bravo hablan, en su mayoría, español y portugués, que derivan de la familia románica o latina. En la realidad no es tan fácil establecer el límite entre las dos regiones, puesto que los idiomas de la familia latina se hablan en Estados Unidos y Canadá. El español es el idioma de una gran cantidad de pobladores de California y Texas, que son descendientes de los mexicanos que vivían en esos lugares antes de la invasión estadounidense, o que ha inmigrado, legal o ilegalmente, en busca de mejorar sus condiciones de vida. En otras regiones de la Unión Americana existen importantes grupos de latinos, como en Nueva York, donde se concentran los puertorriqueños, con derecho a inmigrar, ya que su patria es parte colonial estadounidense; los cubanos, que han llegado en considerable número primero al consumarse la revolución en Cuba y después, al intensificarse el bloqueo económico y la presión política contra el gobierno de Fidel Castro. Además existen dominicanos, nicaragüenses, salvadoreños en diversas áreas de los Estados Unidos. Por otra parte, en Canadá está la provincia de Quebec, en donde la población tiene como idioma el francés, el cual también se clasifica dentro de la familia latina, por lo que esta región canadiense se puede considerar parte de Latinoamérica. Más al sur, en Belice se habla oficialmente el inglés; así como en Jamaica, Trinidad y Tobago y Dominica. Estos Estados podrían, solamente considerando el idioma hablado por sus habitantes, formar parte de América Anglosajona. Sin embargo hay que considerar otros factores, como el grado de desarrollo económico, para determinar la ubicación de estos países dentro de alguna de estas dos regiones culturales de América. Algunos autores emplean el término Ibero América para incluir a todos los países que se encuentra al sur de los Estados Unidos, así como la totalidad de las islas antillanas. Sin embargo, es evidente, que en muchas de ellas la población no posee una cultura propia heredada de la península Ibérica. Particularidades de la América anglosajona y América Latina Es notoria la diferencia entre América Anglosajona y América Latina, en el ámbito demográfico. Canadá y Estados Unidos presentan una urbanización muy alta desde hace muchos años; su población absoluta es de cerca 300 millones de personas, con un crecimiento natural lento (apenas del 1 por ciento anual), lo que representa un incremento de dos millones de personas por año; el 22 por ciento de la población menor de 15 años y el 12 por ciento de personas de 65 años o más; su esperanza de es vida de 75 años. América Latina, con un crecimiento demográfico de 2,3 por ciento anual, tiene cerca de 500 millones de habitantes, por lo que anualmente aumenta su población en cerca de 10 millones de personas; tiene una tasa de urbanización de crecimiento rápido, donde se han creado metrópolis inmensas, como Ciudad de México, Sao Paulo y Buenos Aires, rodeadas de barrios o cinturones de miseria; el 40 por ciento de la población de Latinoamericana es menor de quince años, por el contrario, solamente el 15 por ciento de los latinoamericanos es mayor de 65 años y la esperanza de vida al nacer es de precisamente 65 años. Pero el desarrollo del empleo no está a la altura del demográfico, sobre todo en el campo, lo que propicia un constante éxodo de la población hacia las ciudades o hasta otros países, como los Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida. En América, el grado de desarrollo económico y el nivel de vida tienen los contrastes más notorios. En el Norte prospera una economía industrial, cimentada en incesante progreso de la ciencia aplicada a la técnica, lo que proporciona ingresos para tener niveles de vida de los más elevados del mundo. En Latinoamérica, la agricultura de productos alimenticios es de las más importantes, pero poco productiva; la ganadería, que en muchos casos es extensiva, está normalmente a merced de los elementos naturales como sequías e inundaciones, además de los vuelcos en los mercados internacionales. Otro asunto es la exportación de materias primas, como productos agrícolas y minerales, que aportan menos ganancias en comparación con los productos industriales, y cuyos precios son establecidos en centros financieros de los países desarrollados. La economía sigue siendo dependiente, tanto en el plano tecnológico como en el financiero. En los años ochenta, la enorme deuda externa hipotecó gravemente a economía de varios países latinoamericanos, como México, Brasil, Argentina y Venezuela. Los organismos financieros impusieron duras políticas de austeridad, que los gobiernos aplicaron para superar la crisis, no obstante con un sacrificio de su población, principalmente de la clase proletaria, sobre la clase media, que en algún momento casi desaparece. Esto a pesar de las protestas de las clases trabajadoras, varios de los gobiernos hasta parecen asociados con los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, que les ordenan y ellos simplemente ejecutan, sacrificando a sus pueblos, que en algunos casos se han rebelado cristalizado a menudo en sangrientas revueltas populares (Colombia, Argentina, "caracazo" de Venezuela). Entre las tendencias de la economía hay que destacar la creación de zonas de libre comercio, con amplia reducción de aranceles. Pero esta práctica positiva contrasta con los efectos negativos que producen la expansión de las áreas urbanas, las emisiones de gases contaminantes producto de diversas actividades económicas, el uso irracional de los recursos por parte del ser humano los que han generado, pese al crecimiento económico, un acelerado deterioro medioambiental en algunas áreas de América Latina. En cambio, las actividades agrícolas en los Estados Unidos y Canadá son de alto rendimiento debido al uso de tecnología adecuada y a que la mayoría de las tierras son de riego. La ganadería en Estados Unidos y Canadá también está tecnificada con altos rendimientos en carne y leche. En Latinoamérica la ganadería es de bajos rendimientos. Los países más industrializados de América son Estados Unidos y Canadá, debido a sus recursos mineros y fuentes de energía. Los países menos industrializados son los que se localizan en Centroamérica y el Caribe. De acuerdo con los indicadores socioeconómicos, Estados Unidos y Canadá, los dos países de América Anglosajona, están dentro del grupo de países desarrollados por su alto nivel de vida y desarrollo industrial y científico, y el resto de América, a los países subdesarrollados, con diferentes niveles de subdesarrollo. Como se puede apreciar, existen grandes diferencias entre estas dos Américas. Se encuentra en alto nivel la Anglosajona y, muy por debajo de ésta, la América Latina con un muy bajo lento desarrollo por su situación económica y social. Población Los primeros habitantes del continente, de acuerdo con las hipótesis más aceptadas, vinieron de Asia, a finales del paleolítico superior, probablemente por el estrecho de Behring. Se ha estimado que, a la llegada de los europeos, vivían cerca de diez millones de personas, cuyo grado de civilización difería a causa de la reclusión natural y de las distancias, que obstaculizaron la difusión de las técnicas. Con el encuentro entre americanos y europeos, provocado por el descubrimiento colombino, la cultura autóctona americana fue relegada por el proceso de aculturación. Basándose en estudios de la geografía cultural, analizando la relación de la cultura americana con el medio natural, aparecen en el continente áreas culturales indígenas con rasgos característicos, además de distintas épocas, como los toltecas, los mayas, los incas o los aztecas. Antes de la conquista por los europeos América estaba poblada por individuos del tronco racial amarillo, que según Eickstedt e Imbelloni, son del tipo amerindio, el cual se integra por los grupos étnicos siguientes: • Subártidos, mejor conocidos como esquimales, de las costas del noreste de Alaska y Canadá. • Plánidos, de las planicies de Norteamérica. • Colúmbidos, del noroeste de Norteamérica. • Sonóridos, del suroeste de Norteamérica. • Pueblo–ándidos de la región de los pueblos de Estados Unidos, gran parte de México y los Andes Sudamericanos. • Ístmidos, de la región ístmica de América Central y Colombia. • Amazónidos, de las Antillas, Venezuela y la cuenca del río Amazonas. • Láguidos, de las mesetas brasileñas. • Pámpidos, del extremo meridional de Sudamérica y Tierra del Fuego. Características y problemática demográfica. Aunque muy disminuidos en número por los efectos de la conquista, como las enfermedades, la esclavitud y, en algunos casos, el genocidio, esta distribución étnica en América sigue teniendo vigencia, como son actuales también los problemas de discriminación a los que son sometidos los indios en toda América, por parte de la población de origen europeo y hasta por los mismos mestizos. Además de los indios y los europeos, existe una importante población de raza negra, de origen africano, y que proviene de la antigua economía de plantaciones esclavistas del sur de los Estados Unidos, las Antillas y noreste de Brasil, principalmente. En Ibero América el mestizaje es tan común como en la mayor parte del mundo, pero en América Anglosajona las prácticas de discriminación racial, hasta la fecha, lo han hecho poco frecuente. En muchos de los países latinoamericanos se hablan todavía idiomas autóctonos, pero el español se habla en una mayor extensión, el portugués es el idioma de Brasil; el Francés en la Guayana Francesa, Haití y las posesiones de Francia en las Antillas; además del inglés, que es la lengua de Belice, Guyana y los territorios del Caribe, que son o han sido colonias del Imperio Británico. La mayoría de la población de Estados Unidos de América y Canadá es de origen europeo que habla inglés o francés, aunque tienen minorías de población india, así como un creciente número de inmigrantes, que han llegado en primera instancia de los países europeos, pero en los últimos decenios, se ha incrementado el arribo de población de América Latina, que habla el español como su idioma original. En los demás países predomina la población mestiza de indígena y europeo; en Brasil y las Antillas hay mestizaje de origen negroide. Estos son países en desarrollo y su población tiene bajo nivel de vida en diferentes grados. Economía El continente americano presenta un claro desequilibro económico entre América del norte y Latinoamérica. Esta diferencia hace que el nivel de vida en América del norte sea unas ocho veces superior al de Latinoamérica. En 1958 con poblaciones muy parecidas América del norte representaba el 50por ciento del producto económico mundial, mientras que Latinoamérica representaba tan sólo el 7 por ciento. En una perspectiva dinámica, esta situación muestra que, mientras en el período de la segunda Guerra Mundial y su posguerra, a causa de la gran demanda existente de materias primas, el ritmo del crecimiento de la economía Latinoamericana era superior al de la economía mundial y de América del norte, con posterioridad a 1958 esta tendencia ha sido invertida. De esta forma en los últimos años se ha producido un retroceso económico de Latinoamérica respecto al desarrollo mundial y al de América del Norte. Recursos naturales y desarrollo regional Las condiciones geográficas y la existencia de recursos naturales influyen en la distribución de la población. La agricultura y la ganadería son actividades que sustentan en dos recursos naturales: agua y suelos fértiles. Estas actividades se realizan de manera contrastante en los países americanos. En Estados Unidos y Canadá la agricultura y la ganadería están altamente tecnificadas, en cambio en el resto de América es reducido el uso de la tecnología en tales actividades, por lo cual su producción es deficiente. En América del Sur destacan Argentina, Uruguay y Brasil como grandes productores de ganado. Debido a los bajos rendimientos obtenidos en el campo, gran número de campesinos abandona sus tierras y emigran a las ciudades de su país y a Estados Unidos y Canadá. La pesca está relacionada con la existencia de corrientea marinas. Las principales regiones pesqueras son el Labrador y Terranova, con bacalao y arenque; el Pacífico Norte, de Alaska a California, con salmón y atún; el Golfo de México; y el Pacífico Sur, Perú y Chile, con anchoveta.Se explotan dos regiones naturales que son la selva y los bosques tropicales, así como los bosques templados y de coníferas. Minería e industria El mayor desarrollo industrial corresponde a Estados Unidos y a Canadá y se basa en sus abundantes recursos mineros y fuentes de energía.La principal zona industrial de América se localiza alrededor de los Grandes Lagos, mientras que en el resto del continente hay un menor desarrollo industrial. En América Central y el Caribe hay industrias alimentarias y textiles. Los países de estas zonas son los de menor desarrollo industrial. Estados Unidos y Canadá son países desarrollados con un alto nivel de vida ya que tienen alto desarrollo científico y tecnológico, una gran industria, alto ingreso per cápita, bajo crecimiento demográfico, infraestructura adecuada, así como bajo índice de analfabetismo y alta escolaridad. En Latinoamérica, México, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Venezuela, aún cuando están dentro del grupo de países subdesarrollados, ha alcanzado cierto grado de desarrollo industrial y en general sus condiciones de vida son mejores que los demás países latinoamericanos. Los países que presentan mayor atraso socioeconómico son Haití, Bolivia, Nicaragua y Honduras. A pesar de estas diferencias, todos los países de Latinoamérica y el Caribe manifiestan las características del subdesarrollo. América Latina en el cambio mundial En este nuevo escenario de cambio mundial, América Latina ha vivido una severa crisis económica, pero al mismo tiempo ha visto el final de las dictaduras y la inauguración de una nueva era democrática. Países como Brasil, Uruguay, Argentina y Chile que vivieron bajo regímenes autoritarios a veces por décadas enteras, recuperaron el mínimo democrático y consolidaron procesos electorales participativos y libres durante la década de los ochenta. En Paraguay, país de la dictadura más prolongada y la última en desaparecer, se celebraron elecciones en 1989, tras la caída de Alfredo Stroessner. En lo económico, el período que se extiende entre 1980 y 1990 ha sido llamada por numerosos autores como "la década perdida", para señalar las consecuencias de la crisis de la deuda externa y la hiperinflación que afectaron a las naciones latinoamericanas, caracterizada, entre otras cosas, por el severo retroceso en el crecimiento económico que, de acuerdo con los informes de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), se redujo en la región a 1,2 por ciento anual en tanto, el producto por habitantes cayó hasta 10 por ciento o menos que el de una década atrás; la pobreza creció notablemente, al punto que, para 1989, el porcentaje de pobres en Latinoamérica se calculaba en 65 por ciento de la población, mientras que, en 1980, representaba el 9 por ciento de la misma. Por otra parte, el fin de la Guerra Fría modifica la relación de la región latinoamericana con Estados Unidos, misma que se había caracterizado por la abierta intervención de aquel país en los asuntos políticos locales. En la medida en que la amenaza del comunismo deja de ser una tema central la política estadounidense hacia América Latina, la atención se desplaza hacia otros temas económicos y sociales. Entre ellos figuran de manera destacada los procesos electorales, como paso a la estabilidad política mientras que las cuestiones estratégicas se refieren fundamentalmente el narcotráfico y los problemas migratorios. Es propiedad: www.profesorenlinea.cl. Registro Nº 188.540
RESUMEN HISTORIA DE CHILE Cuando el conquistador español Pedro de Valdivia llegó a Chile en 1541 y fundó Santiago, que hasta estos días se mantiene como ciudad capital, existían en el país distintos pueblos con organizaciones y sistemas de vida que se adecuaban al clima y la geografía de su hábitat. Siguiendo la línea de norte a sur, estos habitantes primitivos se reunían en los siguientes grupos: - Aymaras: pueblo altiplánico con una economía basada en el pastoreo y la agricultura. - Atacameños: uno de los pueblos más desarrollados del norte del país, junto a los diaguitas. Se establecieron especialmente en las quebradas cordilleranas ubicadas entre Arica y San Pedro de Atacama. - Changos: pescadores nómades que recorrían la costa desde Arica hasta Copiapó. - Diaguitas: cultivaron el arte de la cerámica y habitaron valles entre Copiapó y Santiago. - Incas: a pesar de que al imperio inca se lo vincula casi exclusivamente con Perú, este pueblo tuvo una marcada presencia en Chile desde 1470, año en el que extendió sus territorios hasta el sur del río Maule, expansión que los hizo influir significativamente en el desarrollo de los pueblos indígenas que habitaban esas tierras. - Mapuches (o Araucanos): estos grandes guerreros son, sin duda, el pueblo indígena que puso mayor resistencia a la llegada de los españoles en el continente americano. Sus habitantes vivían en el territorio comprendido entre los ríos Itata y Toltén. Eran básicamente agricultores y se dividían en picunches, mapuches y huilliches. - Canoeros: pescadores nómades y recolectores que se trasladaban por las islas del archipiélago de la Patagonia occidental. Se dividían en tres grupos: los Chonos, los Kawéskar y los Yamanas. - Patagones: cazadores y recolectores nómades, estaban instalados en la pampa estepárica. Se dividían en los aónikenk y los selknam. - Polinésicos: pueblo que habitaba en Isla de Pascua. La Conquista (1536-1599) En 1536, el conquistador español Diego de Almagro viajó hasta la actual capital de Chile, Santiago, para iniciar la conquista de Chile, pero el difícil viaje y la escasez de oro lo hicieron volver prontamente a Perú. Seis años después, otro español, Pedro de Valdivia, inició la conquista definitiva al fundar Santiago, en 1542. Durante los primeros años, los españoles dividieron las tierras, organizaron a los indígenas y se dedicaron a traer al mayor número de colonos posible para consolidar su presencia en este nuevo territorio. Sin embargo, al avanzar hacia el extremo sur del país, los españoles se encontraron con los Mapuches o Araucanos, un pueblo guerrero que opuso gran resistencia a la dominación española. Durante largo tiempo, indios e ibéricos se disputaron centímetro a centímetro el territorio en duras batallas. Esta situación llegó a su fin en 1599, cuando los nativos lograron destruir todas las fundaciones españolas al sur de Concepción (actual Octava Región). La gran tenacidad y bravura de los mapuches les significó a los españoles grandes sacrificios y esfuerzos por recuperar estos territorios. De hecho, sólo pudieron restablecer su dominio en la región tras 300 años de constantes luchas y batallas. Esto se conoció posteriormente como la Guerra de Arauco. La Colonia (1600-1810) Debido a la fuerte resistencia del pueblo mapuche, los españoles decidieron instalarse básicamente en el territorio comprendido entre lo que actualmente conocemos como Copiapó (III región) y Concepción (VIII región). Allí se dedicaron a actividades de agricultura y a la explotación de yacimientos mineros. Las únicas ciudades establecidas como tales durante el siglo XVII y la mitad del siglo XVIII eran Santiago, La Serena y Concepción. Más tarde, con el aumento de la población, se fundaron nuevos centros urbanos como Copiapó, Rancagua, Curicó y Talca. El asentamiento de más habitantes en estos espacios facilitó la realización de importantes avances en las áreas de educación y cultura. Más allá de la distancia, las diferencias idiomáticas, las inclemencias del tiempo y la falta de recursos, el mayor problema que debieron enfrentar los españoles en territorio chileno fue la incesante resistencia mapuche, que alimentó los 300 años que duró la Guerra de Arauco. Durante el período de La Colonia, este conflicto, que había sido medianamente manejado por los hispanos, se convirtió en una amenaza real para la estabilidad de la Corona Española en nuestro país. Recién en 1882 el Ejército logró ocupar definitivamente el territorio controlado por los araucanos. La Independencia (1810-1823) A principios del siglo XIX, hechos como la Revolución Francesa y la Independencia de los Estados Unidos incrementaron los sentimientos independentistas de muchos americanos. En el caso de Chile, después de la invasión de Napoleón a España y la caída del Rey Fernando VII, en 1810, los criollos establecieron en Santiago una Junta Nacional de Gobierno para dirigir la Colonia a nombre del monarca. Esto fue considerado como una rebelión y comenzó una lucha entre los criollos y el Ejército Español enviado desde el Virreinato del Perú. Después de numerosas batallas, en 1818 se proclamó la Independencia Nacional y se nombró a Bernardo O’Higgins como Director Supremo del país. Consolidación de la República (1823-1861) Después de un largo período de anarquía, se estableció durante 30 años un régimen republicano, unitario, presidencial y autoritario. De esta forma, se logró terminar con los caudillos y mantener cierta estabilidad política y social. Hubo también una apertura comercial hacia el exterior y se incrementó la explotación de minerales, principalmente plata y cobre. En lo cultural, influyeron las ideas europeas a través del cultivo de las letras. En 1842 se funda la Universidad de Chile y en 1851 se inaugura el ferrocarril de Copiapó a Caldera. En esta época, también se fomentó la llegada de colonos alemanes al sur del país. La República Liberal (1861-1891) Durante este período, Chile logró mejorar considerablemente su situación económica debido a la explotación de importantes yacimientos mineros de plata, cobre y salitre en el norte del país. Sin embargo, esta bonanza económica trajo consigo una serie de problemas con Perú y Bolivia, ya que estos países miraban con gran interés los atractivos económicos de la zona. Esta rivalidad derivó en 1879 en la Guerra del Pacífico, de la que Chile salió victorioso. Con ello, el país se consolidó como una potencia militar y como el mayor productor de salitre natural del mundo, químico de gran utilización en ambas guerras mundiales. Gracias a esta bonanza surgió una nueva clase dominante, enriquecida por la minería, y se inició una serie de adelantos en los distintos sectores de la economía nacional. Los grandes cambios que se produjeron en el país durante todo este período generaron en las nuevas clases influyentes un espíritu más liberal que se oponía al tipo de gobierno presidencialista que regía hasta ese momento. Esa fue la génesis de un conflicto social y político que culminó con la Revolución de 1891, tras la cual fue derrocado el Presidente José Manuel Balmaceda y se instauró un régimen de gobierno parlamentario. El Parlamentarismo (1891-1925) Con este nuevo sistema de gobierno, que se inicia con el presidente Jorge Montt, el Primer Mandatario perdió prácticamente todo el poder, el que pasó a manos del Parlamento, constituido por la clase dominante, lo que generó un gran desorden político, social y económico. A principios del siglo pasado, la crisis llegó a tal extremo que la clase trabajadora comenzó a exigir cambios que mejoraran su calidad de vida y, en 1909, se creó la primera organización sindical del país. En 1920 fue elegido Presidente Arturo Alessandri Palma -quien gobernó hasta 1925-, lo que fue visto como un triunfo de la clase media. Mientras tanto, el salitre seguía siendo el pilar fundamental de la economía chilena. La situación se mantuvo hasta que Alemania inventó el salitre sintético durante la Primera Guerra Mundial. En 1925 se promulgó una nueva Constitución, la que terminó con el parlamentarismo y volvió a reforzar el poder del Presidente. La República Democrática (1925-2006) Las nuevas reformas y el surgimiento y consolidación de nuevos grupos sociales hicieron que, entre 1925 y 1932, se creara cierta inestabilidad política y social, marcada por distintas intervenciones militares. Sólo en 1932, con la reelección de Alessandri, se logró volver a la constitucionalidad. Desde esta fecha fueron surgiendo con más fuerza las alianzas políticas y se realizó una serie de reformas sociales por medio de leyes como el seguro obrero, salud, educación y jubilación. En el desarrollo económico, se sigue el modelo en el que el Estado cumplía un papel fundamental. Un ejemplo de ello fue la creación de la Corporación de Fomento (Corfo) como un organismo encargado del desarrollo industrial. En 1964 asume la presidencia Eduardo Frei Montalva, militante de la Democracia Cristiana que, bajo el lema de “la revolución en libertad”, inicia en Chile una etapa política marcada por la Doctrina Social de la Iglesia, que llamaba acercar el progreso económico a los sectores más desposeídos. Frei inicia una de las transformaciones más significativas en la historia económica del país al poner en marcha la Reforma Agraria, cuya implementación sería el germen de una crisis política posterior. Es la misma época en que la Unión Soviética consolida su sistema político e inicia una expansión ideológica que tiene su máxima expresión en el apoyo económico, militar y político al régimen de Fidel Castro en Cuba. Estas ideologías llegan también a Chile y fortalecen a la izquierda parlamentaria, que llega al poder con Salvador Allende en 1970, quien, a pesar de no haber ganado la elección por mayoría absoluta, accede a La Moneda luego de que una sesión del Congreso Pleno le entregara el mando de la nación. Allende y la Unidad Popular inician una experiencia única en América Latina, al estatizar las fuentes productivas que estaban en manos privadas y al aplicar el modelo socioeconómico soviético, que incluía fijación de precios y racionamiento de los insumos básicos. En ese plano, destaca la nacionalización del cobre, industria que sostiene hasta estos días la economía y que, por primera vez, pasó a manos chilenas. Sin embargo, estos drásticos cambios sociales, sumados al surgimiento de grupos de ultraizquierda más radicales que abogaban por la “vía armada hacia el socialismo”, generaron un clima de gran inestabilidad social. Poco a poco Allende se fue separando más de la Democracia Cristiana, que le dio su apoyo en el Congreso Pleno, lo que generó una gran división política en el Parlamento y también fuera de él. Incesantes cambios de gabinete, que incluyeron a militares en la última etapa, así como una inflación descontrolada evidenciaban la crisis que se vivía. La violencia se apoderó de las calles y tanto los sectores económicos, que se vieron despojados de sus pertenencias industriales y agrícolas, así como un pueblo desabastecido por interminables huelgas de camioneros y transportistas, exigían un cambio inmediato en medio de un quiebre institucional nunca antes visto en Chile. Luego de un intento fallido en junio, el 11 de septiembre de 1973, una junta militar integrada por los cuatro comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, y liderada por el general Augusto Pinochet, decide derrocar al Presidente Salvador Allende, quien se quita la vida en medio de un bombardeo a la sede de Gobierno. Los militares clausuran el Congreso, prohíben cualquier actividad política e inician un período de reconstrucción nacional que, en una primera etapa, se aboca al restablecimiento de la actividad económica, al desmantelamiento del régimen socialista y, en 1978, a la implementación de una nueva Carta Fundamental. Miles de personas fueron detenidas y ejecutadas, mientras que otras tantas debieron salir al exilio. Esto generó gran repudio mundial. La junta militar logró en 17 años de gobierno implementar un exitoso sistema económico autónomo que permitió un gran crecimiento. En 1988 un plebiscito convocado por el mismo gobierno obliga a llamar a elecciones libres, con lo cual, en 1990, se pone fin al régimen de facto y se reanuda la actividad parlamentaria. Cuatro han sido los presidentes que, desde esa fecha, han llegado hasta La Moneda apoyados por la misma coalición de centro izquierda: Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Frei (1994-2000), ambos demócratacristianos), el socialista Ricardo Lagos (2000-2006) y , Michelle Bachelet, (2006-2010). El año 2010 llegó al poder Sebastián Piñera apoyado por la Coalición por el Cambio (UDI-RN). GEOGRAFIA DE CHILE Chile es un país situado en el sudoeste de América del Sur, limitado al norte por Perú, al este por Bolivia y Argentina, y al sur y oeste por el océano Pacífico. Varios archipiélagos (el de Chonos, la isla Wellington y el sector occidental de la Tierra del Fuego) bordean el litoral meridional chileno desde la isla Chiloé hasta el Cabo de Hornos. Las otras islas pertenecientes a Chile son las islas Juan Fernández, la isla de Pascua y la isla Sala y Gómez; todas están situadas en el Pacífico sur. La superficie total del país es de 756.945 km2. La capital y primera ciudad es Santiago. Extendiéndose sobre casi 4270 km de norte a sur, el territorio tiene un ancho medio de alrededor de 200 km, no excediendo nunca los 350 km. El relieve está dominado por la extensa cadena de los Andes, que se extiende a lo largo de todo el país, de la meseta boliviana, al norte, hasta la Tierra del Fuego, al sur. Se distinguen tres tipos de relieve de este a oeste: la alta cordillera de los Andes, al este, el Valle central, formando una zona de mesetas, y la cadena costera occidental. La cordillera de los Andes es más ancha al norte que al sur. La región septentrional es una zona de amplias mesetas donde se levantan numerosas montañas cuyas alturas sobrepasan los 6100 m. Es allí donde se encuentran el punto culminante de Chile, Ojos del Salado (6893 m). La zona de meseta es dominada por el gran desierto de Atacama, que encierra vastos campos de nitrato y ricos yacimientos mineros (hierro, cobre, manganeso). Al centro, la meseta se abre sobre un valle, el Valle central, con una extensión de 965 km. Con un ancho de 40 a 80 km, es la región del país más poblada. La depresión fértil situada entre los ríos Aconcagua y Bío Bío forma el corazón agrícola de Chile. La parte central de los Andes es menos ancha y menos elevada que la parte septentrional. Se encuentran los principales pasos andinos. El litoral de esta región ofrece los más bellos puertos naturales del país. El extremo sur del Valle central está en Puerto Montt, a orillas del mar de Chiloé. La larga serie de islas que bordea el litoral está formada por las cimas de las cadenas costeras submarinas. En esta región meridional, numerosos fiordos recortan la costa. Los Andes meridionales sobrepasan raramente los 1830 m de altitud; ellos se juntan con la meseta de la Patagonia. Los numerosos ríos que irrigan a Chile son más bien cortos, tomando su fuente la mayor parte en los Andes y volcándose en el Pacífico, al oeste. Al norte y al centro, son alimentados principalmente por las nieves eternas de los Andes. De norte a sur, se distinguen, entre los más grandes cursos de agua, el Loa (con una longitud de 362 km), el Elqui, el Aconcagua, el Maipo (250 km, fluyendo al pié del volcán del mismo nombre), el Maule (282 km), el Bío Bío (384 km) y el Imperial. La extensión en latitud de Chile, 17 a 56 grados de latitud sur, explica la diversidad de climas. Se distinguen tres regiones climáticas: el norte, de tipo árido; el centro, de tipo mediterráneo; y el sur, de tipo templado oceánico. El norte es casi desértico en todas partes y constituye uno de los desiertos más áridos del mundo. Pero su presencia a la altura de la corriente fría del Perú, llamada corriente de Humboldt, y la altitud moderan las temperaturas. Sociedad de Chile Comparada con otros países de América del Sur, la población de Chile es relativamente homogénea. Los primeros colonos españoles se mezclaron con los amerindios, Picunches al norte, Araucanos en el Valle central y Huiliches al sur. Sus descendientes mestizos representan más del 92% de la población actual. Los Indios sin mestizar (Araucanos, Mapuches, Quechuas) no se encuentran más que en las regiones apartadas y en el extremo meridional, en Tierra del Fuego, donde subsisten los Alacalufes, los Yaganes y algunos centenares de Onas. Las reservas que les fueron acordadas no les permiten satisfacer sus necesidades. Representan alrededor del 6% de los habitantes. La población de Chile es de 14.200.000 habitantes. Más del tercio de la población total reside en Santiago. El español, hablado por casi la totalidad de la población, es la lengua oficial de Chile. El uso de las lenguas amerindias es limitado. Administrativamente, la organización territorial de Chile está definida a partir la Constitución vigente. De acuerdo a ésta, el Estado de Chile es unitario y su administración es funcional y territorialmente descentralizada o desconcentrada, en su caso, en conformidad a la ley. Los órganos del Estado deben promover el fortalecimiento de la regionalización del país y el desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio nacional.Para el gobierno y la administración interior del Estado, el territorio de la República de Chile se divide en regiones y éstas en provincias. Para los efectos de la administración local, las provincias se dividen en comunas.El gobierno de la región reside en el intendente, nombrado por el Presidente de la República y de su exclusiva confianza. Es asesorado por los Secretarios Regionales Ministeriales (SEREMIs).Los ministerios (salvo el de Interior, de Defensa Nacional, Relaciones Exteriores y Secretaría General de la Presidencia) están desconcentrados a nivel regional, siendo representados por Secretarios Regionales Ministeriales, que integran el llamado "gabinete regional", presidido por el intendente.La administración de la región está radicada en el Gobierno Regional, constituido por el intendente y el Consejo Regional.Actualmente, existen 15 regiones, luego que en octubre de 2007 entraran en vigor las leyes que crearon dos nuevas regiones: la Región de Arica y Parinacota y la Región de Los Ríos.El gobierno y administración de la provincia le corresponde a la Gobernación, encabezadas por un Gobernador, nombrado y de confianza del Presidente de la República. Ejerce sus atribuciones de acuerdo a las instrucciones del Intendente. Está asesorado por un Consejo Económico y Social Provincial (CESPRO).La única excepción la constituye la Provincia de Santiago, que no contempla una Gobernación Provincial en su normativa, correspondiéndole su dirección al intendente de la Región Metropolitana de Santiago. En enero de 2001, se creó la figura de la Delegación Provincial de Santiago, a cargo de un Delegado Provincial, que ejerce las funciones de un gobernador provincial en representación del respectivo intendente. Actualmente (2010) hay 54 provincias, luego de la creación de la Provincia de Marga Marga, por ley que entró en vigencia el 11 de marzo de 2010La administración local de cada comuna o agrupación de comunas reside en una municipalidad, constituida por un alcalde y un Concejo Comunal, electos directamente por un periodo de 4 años renovable.Las municipalidades representan la descentralización del poder central. Son asesoradas por un Consejo Económico y Social Comunal (CESCO), integrado por representantes de las actividades y organizaciones comunales más importantes.Existen 346 comunas y 345 municipalidades, pues la municipalidad de Cabo de Hornos administra la agrupación de comunas de Cabo de Hornos y la Antártica. Gobierno y vida política de Chile Las instituciones de Chile reposan sobre la Constitución de 1925 antes del golpe de Estado de 1973. Aunque teóricamente siempre en vigor, la mayor parte de las cláusulas constitucionales garantes de la democracia del país y de su funcionamiento fueron entonces suspendidas. Una nueva Constitución fue aprobada en 1980, pero no fue sino hasta 1989 que sus principales principios fueron aplicados. La Constitución de 1980 confiere el poder ejecutivo a un presidente, elegido por el pueblo por 4 años, y a su gabinete, que nombra él mismo. Sin embargo, los militares han conservado el control del gobierno hasta 1989, fecha en la cual fue organizada la primera elección presidencial por sufragio universal. Conforme a la Constitución, el poder legislativo es detentado por una Asamblea nacional de dos Cámaras. La Cámara de diputados está compuesta por 120 miembros, y el Senado, por 47 senadores, todos elegidos por sufragio. Las regiones están bajo la autoridad de los gobernadores. Éstos últimos, así como los responsables de las provincias, son nombrados por el presidente. A continuación del golpe de estado de 1973, toda actividad política fue suspendida y después prohibida, en 1977. Los partidos políticos fueron nuevamente legalizados en 1987. Los demócrata-cristianos, el Partido de Renovación Nacional y diversos grupos socialistas estaban entre los que respondieron a las elecciones de 1989. En las elecciones legislativas de 1993, los partidos de centro-izquierda (Partido demócrata-cristiano, Partido socialista y Partido por la democracia, entre ellos), reagrupados en el seno de la Concertación Nacional por la democracia, obtuvieron la victoria. Economía de Chile Desde comienzos de siglo, la economía chilena es dominada por la producción de cobre. Desde el derrocamiento del gobierno de Allende en 1973, el poder juega un rol reducido en la economía, habiendo sido privatizadas la mayor parte de las sociedades nacionalizadas. Los sectores más dinámicos han sido aquellos del transporte, de la industria química y los productos agroalimentarios. No obstante, el crecimiento económico de Chile es aún demasiado dependiente de sus exportaciones mineras, lo que fragiliza la economía general del país. En 1995, la agricultura empleaba cerca del 12% de los activos. A excepción de la ganadería ovina practicada en el sur del país, la mayoría de las actividades agrícolas están concentradas en el Valle central. Los principales cultivos son el trigo, la papa, la remolacha azucarera, el maíz, el arroz, el tomate y la avena. Las frutas tienen una plaza preponderante: uvas, melones, manzanas, duraznos, damascos, ciruelas y cerezas. El país es un importante productor de vino. Grandes rebaños de carneros son criados en Tierra del Fuego y en las pampas de Magallanes. La selva cubre cerca del 12% del territorio chileno. Las maderas explotadas son a la vez frondosas, como el laurel, y tiernas, tales como el pino. Sirven esencialmente para carpintería y fabricación de pasta de papel. Chile posee una de las más importantes industrias pesqueras de América del Sur. Las especies más abundantes son la sardina, la caballa, la merluza, la anchoa y el bogavante. Chile posee uno de los más formidables yacimientos de cobre conocido hasta hoy y es uno de los primeros productores. El cobre representa cerca de la mitad de las exportaciones anuales totales en valor, pero está considerablemente sometido a las fluctuaciones de precios del mercado mundial. El petróleo y el gas natural, descubiertos en 1945, son explotados en Tierra del Fuego y el estrecho de Magallanes. Chile tiene también vastos yacimientos de nitratos, de yodo, de azufre y de carbón, así como de plata (6º productor mundial), de oro, zinc, manganeso y molibdeno. La unidad monetaria de Chile es el peso que reemplazó al escudo en 1975. Chile es una república cuyo territorio se extiende por el oeste y suroeste de Sudamérica; limita al norte con Perú, al este con Bolivia y Argentina, y al sur y al oeste con el océano Pacífico. De norte a sur tiene una longitud aproximada de 4.300 km y una anchura cuyo promedio es de 177 km. En la costa meridional de Chile se encuentran una serie de archipiélagos, desde Chiloé hasta las islas Diego Ramírez, el punto más meridional del continente sudamericano; entre ellos pueden mencionarse el archipiélago de los Chonos, el archipiélago de las Guaitecas y la parte occidental de Tierra del Fuego. Otras islas pertenecientes a Chile son las de Juan Fernández, la isla de Pascua, la de Sala y Gómez y la de San Félix y San Ambrosio, todas ellas en el Pacífico sur. El país tiene una superficie total de 756.626 km2. Además, Chile mantiene una soberanía histórica en la Antártica, entre los 53º y los 90º de longitud Oeste. La capital y principal ciudad es Santiago, con una población (1993) de 4.628.320 habitantes. Territorio y recursos La característica física dominante de Chile es la cordillera de los Andes, que nace en la guajira colombo-venezolana y recorre el país de norte a sur, hasta Tierra del Fuego. Regiones fisiográficas El relieve es un elemento geográfico decisivo en el poblamiento y en la economía. Chile es un país de montañas, las planicies sólo representan el veinte por ciento de superficie. Este rasgo condiciona con fuerza la distribución de la población, la que se concentra sobre las planicies litorales y la depresión intermedia. Solo en el norte desértico, en que las precipitaciones crean una faja de pastos por encima de los 2.500 m. sobre el nivel del mar, hay población humana en altura. En el resto del país los asentamientos humanos descienden: en Santiago a 1.400 m, en Curicó a 1.000 m y en Llanquihue a 700 m. Hacia el sur, el hombre sólo se establece en las partes bajas. Sin embargo, si la montaña chilena, ubicada en medios templados, no favorece el poblamiento, no podemos por ello olvidar el papel que cumple como generadora de precipitaciones. Su carácter de reserva de aguas y de nieve origina los ríos que irrigan la depresión intermedia y posibilita la obtención de energía eléctrica. Además, la montaña encierra cuantiosos tesoros minerales. La montaña es un elemento esencial en el funcionamiento del sistema geográfico chileno. Chile puede dividirse longitudinalmente (en forma vertical) en tres regiones morfológicas: la majestuosa cordillera de los Andes al este, la cordillera de la Costa al oeste, y el área de la meseta y el valle Longitudinal o depresión Intermedia, ubicada entre ambas cadenas. Latitudinalmente (en forma horizontal), se distinguen tres importantes regiones geográficas y climatológicas: la septentrional (árida), la central (mediterránea) y la meridional (templada oceánica). La cordillera de los Andes es más ancha en la región septentrional, en donde se encuentran amplios macizos y numerosas montañas con altitudes superiores a los 6.100 metros. Allí se sitúa el monte más alto del país, el Ojos del Salado (6.893 m). La depresión Intermedia está ocupada por el extenso desierto de Atacama, el más árido del mundo. Éste ocupa parte de la depresión Intermedia del Norte Grande. En algunos sectores esta planicie se encuentra interrumpida por cordones montañosos.En la zona central, la meseta cede su lugar al valle Longitudinal, de unos 965 km de longitud y una anchura que oscila entre los 40 y los 80 km, que es la zona más poblada del país. La fértil área entre los ríos Aconcagua y Biobío constituye el corazón agrícola de Chile. Los Andes centrales son menos anchos y más bajos que los septentrionales; aquí se encuentran los pasos fronterizos más importantes de los Andes y del país. La región meridional (al sur) se caracteriza por no albergar a la depresión Intermedia, ya que ésta desaparece en el seno de Reloncaví. La costa está delimitada por largas cadenas de islas y fracturada por numerosos fiordos. En los Andes meridionales, la altitud rara vez supera los 1.830 metros. La cordillera de los Andes —como ya dijimos— es una de las mayores cadenas montañosas de la tierra. Estudios geomorfológicos sostienen que en el extremo austral se prolonga en forma submarina, emergiendo en las Antillas australes, y finalmente en la Antártica. Allí, en la Tierra de O'Higgins, sus cumbres alcanzan los 3.000 m. Constituye un muro imponente, cuya altitud desciende paulatinamente de norte a sur, desde las alturas del Nevado Ojos del Salado (6.893 m) en la provincia de Atacama, hasta las modestas cumbres de Darwin (2.135 m), en la provincia de Magallanes.La cordillera de los Andes se extiende a lo largo de nuestro territorio en medios templados y fríos. Sus colosales alturas en la vertiente occidental tienen importancia climática y económica. Actúa como biombo climático, intercepta las masas de aire húmedo occidentales y las obliga a elevarse y precipitar sobre su vertiente. Así, es como se transforma en la reserva de aguas y de nieves que genera a los ríos. Estos atraviesan transversalmente nuestro país y sirven para el riego de los campos de la depresión intermedia, abastecen de agua las aglomeraciones urbanas y permiten la obtención de energía a través de plantas hidroeléctricas. Chile se encuentra en una zona geológicamente inestable y sufre periódicamente los efectos de la actividad sísmica y volcánica. Hidrografía Los numerosos ríos de Chile son relativamente cortos; nacen por lo general en los Andes y fluyen en dirección oeste hacia el Pacífico. En las regiones septentrional y central se alimentan fundamentalmente de las nieves eternas que cubren los Andes. Los ríos más importantes son, de norte a sur, Lluta, Loa, Elqui, Limarí, Choapa, Petorca, La Ligua, Aconcagua, Maipo, Rapel, Maule, Biobío, Imperial y Toltén. Aunque de valor limitado para la navegación debido a sus cascadas, son vitales para el regadío y la producción de energía hidroeléctrica. La mayoría de los grandes lagos chilenos, entre ellos el Llanquihue, se concentran en la maravillosa región lacustre del sur. Clima Debido a su gran extensión latitudinal (en sentido vertical), Chile cuenta con climas diversos. En general, en la costa las temperaturas son moderadas por la influencia del océano Pacífico. La región septentrional (al norte) es casi enteramente desértica, una de las más secas del mundo; sin embargo, las temperaturas están moderadas por la presencia de la corriente fría de Humboldt. Las temperaturas de enero en Antofagasta y Santiago tienen un promedio de 20,6° C y 19,5° C, respectivamente; en julio la temperatura en Antofagasta alcanza los 14° C de promedio, y 8° C en Santiago. Las temperaturas descienden cerca de 1° C por cada 150 metros de altitud en los Andes. Las precipitaciones se incrementan hacia el sur, y la región central goza de un clima mediterráneo. En esta zona, las precipitaciones suelen concentrarse en los meses de invierno (de mayo a agosto), variando desde un total anual de 375 mm en Santiago a los 12,7 mm en Antofagasta; los inviernos son suaves y los veranos relativamente cálidos. La región meridional se caracteriza por un clima más frío y en ella las precipitaciones se distribuyen equitativamente durante todo el año, llegando a un máximo de unos 5.080 mm en las cercanías del estrecho de Magallanes. La temperatura media anual en Punta Arenas, en el extremo meridional, es de 6,1° C. En el sur son comunes los fuertes vientos del oeste con influencia marítima. Factores climáticos Por su extensión en el largo y por la disposición de su relieve, el territorio chileno goza de una extraordinaria variedad climática, debido fundamentalmente a: la latitud, la orientación del relieve, el mar y a la Corriente de Humboldt. Las presiones y los vientos Frente a las costas del norte de Chile, entre los 30º y 40º de latitud sur, se ubica una zona de Altas Presiones Subtropicales. Dentro de ella encontramos el Anticiclón del Pacífico (A), que se caracteriza por una gran sequedad atmosférica, un marcado déficit de precipitaciones (pp), y por originar los vientos del W., SW. y NW., todos los cuales afectan el clima. Al sur del país, entre los 50º y los 60º de latitud sur, las Presiones (P) descienden considerablemente, formando una zona de Bajas Presiones Subtropicales (B). Se establece, de este modo, una marcada oposición de presiones entre los extremos del país, altas en el norte y bajas en el sur. El Frente Polar es la zona de contacto entre las masas de aire de origen tropical, cálidas y húmedas, con las masas de origen polar, secas y frías. Debido a las marcadas diferencias térmicas entre ambas masas, se genera en la zona de contacto la mayor parte de las lluvias frontales en el territorio chileno. La temperatura Chile es un país de considerable homogeneidad térmica, a pesar de su extensión vertical (latitud). La diferencia de temperaturas medias entre Arica y el Cabo de Hornos es de sólo 15º, valor modesto para una diferencia de 39º de latitud. Dos grandes factores explican esta homogeneidad térmica: la influencia del mar siempre presente y la corriente de Humboldt que reduce las temperaturas desde los 40º hacia el norte. Además, los vientos transportan masas de aire cálido hacia el sur y masas frías en sentido inverso, lo que, junto a lo anterior, explica la uniformidad térmica en Chile. Las temperaturas en Chile disminuyen de norte a sur y de oeste a este; es decir, de mar a cordillera, por efecto de los cambios de altura que introduce el relieve. Las precipitaciones En Chile, las lluvias aumentan de norte a sur con gran regularidad. Mientras en Arica éstas son casi inexistentes (0,7 mm. anuales), a la entrada occidental del Estrecho de Magallanes llegan casi a 5.000 mm. Además de la latitud, el relieve es el principal modificador de los montos de lluvia. Así, las precipitaciones cambian a lo ancho del territorio. Aumentan notablemente sobre las vertientes andinas, disminuyen en la Depresión Intermedia y aumentan en el litoral. Zonas biogeográficas De norte a sur del país, las formaciones vegetales se suceden ciñéndose estrechamente a las áreas climáticas y a la presencia del agua. Bajo este punto de vista, Chile puede ser dividido en tres grandes zonas fitogeográficas: a) Zona xeromórfica: se extiende desde el límite norte hasta el río Peteroa. Esta zona corresponde a los climas áridos, lo que otorga a la vegetación características desérticas y estepáricas. La vegetación es escasa y se encuentra adaptada a la falta de agua, lo mismo que los seres humanos. Además de escasa es discontinua, razones por las cuales plantas y animales nativos existen sólo en número reducido. Los recursos económicos más desarrollados son los bosques de tamarugos, los cítricos y olivos de los oasis. b) Zona mesomórfica: corresponde al dominio del clima mediterráneo y se extiende entre los ríos Choapa al Itata. Mientras en las cordilleras la humedad es alta, en la Depresión Intermedia disminuye. Las lluvias se encuentran concentradas en invierno, con una marcada estación seca. En las zonas más favorecidas por la humedad se desarrollan los bosques y en las más secas, los matorrales densos y altos. Esta zona concentra el mayor asentamiento humano del territorio y por consiguiente la vegetación autóctona se presenta muy alterada. c) Zona hidromórfica: se extiende desde el río Laja hasta el extremo sur del país. En estos espacios no hay estación seca o ella se reduce a uno o dos meses : es el dominio de los climas húmedos. En estas condiciones se produce un desarrollo completo de vegetación, donde domina el bosque que incluye todas las formas vegetales, donde domina el bosque tupido de varios estratos vegetales, con rico sotobosque. Pertenecen a esta zona los bosques de roble, cipreces, mañíos, araucarias y la llamada "selva valdiviana". Flora y fauna La flora autóctona de Chile varía según la zona climática. La región norteña presenta pocas variedades de vegetación (coirón, llareta, pajonales y cactáceas) y es uno de los mejores ejemplos de desierto absoluto en todo el planeta. El valle Longitudinal, más húmedo, cuenta con diversas especies de cactus, arbustos espinosos, pastizales y la araucaria, que produce piñones comestibles. Al sur de Valdivia se encuentran densos bosques húmedos en los que abundan el laurel, el roble, el raulí, el ñirre, el coihue, el ciprés, el mañío y el lingue, así como diversas especies de coníferas. El extremo sur se caracteriza por una vegetación de pastos esteparios.La fauna es menos diversificada que en otros países de Sudamérica debido a la barrera que ofrecen los Andes. Entre los mamíferos autóctonos merecen mencionarse la llama, la alpaca, la vicuña, el guanaco, el puma, el zorro culpeo, el huemul (cérvido de tamaño medio), el pudú (cérvido pequeño) y la chinchilla. Las aves son variadas, aunque están ausentes los tipos sudamericanos predominantes. Además de la trucha, que fue introducida desde América del Norte, hay pocos peces de agua dulce en los ríos y lagos chilenos, destacando únicamente el pejerrey y el salmón. En la costa del mar abundan los peces, mariscos y mamíferos marinos gracias a la corriente fría de Humboldt. Población En comparación con otros países sudamericanos, Chile tiene una población relativamente homogénea. Los primeros colonizadores españoles se mezclaron con los indígenas, entre los que predominaban los araucanos; el mestizaje de ambos pueblos constituye más del 92% de la población. La inmigración europea no fue en Chile tan importante como en otros países de América, ya que apenas se promovió en el siglo XIX. Sin embargo, los inmigrantes alemanes han representado una importante influencia en la región de Valdivia-Puerto Montt; también Italia, Suiza, Reino Unido, Yugoslavia y Francia han hecho importantes aportaciones a la población.En la actualidad, menos del dos por ciento de los habitantes son de origen europeo, y sólo el seis por ciento es indígena, sobre todo araucanos, concentrados en la región meridional de la Araucanía. Características de la población Los habitantes de Chile (según resultados del censo 2002) suman 15.116.435 personas. De éstas, 7.447.695 son hombres y 7.668.740 son mujeres. Según tales cuentas, por cada cien mujeres, hay en el país 97,12 hombres (índice de masculinidad). Entre 1992, año del último censo del siglo pasado, y 2002, la población creció a un ritmo promedio anual de 1,2 personas por cada cien habitantes. Durante la década anterior (1982 a 1992) esta tasa fue de 1,6. El 90% de la población reside en la región central, entre Concepción y La Serena. Aproximadamente el 85% de los chilenos residen en centros urbanos y más de una tercera parte del país se concentra en Santiago. Las comunidades del sur y del desierto septentrional están bastante aisladas y separadas por largos tramos prácticamente deshabitados. (El próximo censo de población se realizará el 2012). (Ver: Censo en Chile) Ciudades principales Además de Santiago, las ciudades más importantes de Chile son Concepción, un centro agrícola e industrial, Valparaíso, el principal puerto de mar; Viña del Mar, un popular centro turístico; y Temuco, ciudad del sur del país. Lenguas oficiales y habladas El español es el idioma oficial de Chile, hablado prácticamente por toda la población. El uso de lenguas aborígenes es limitado. Religión Hay libertad de culto, y los católicos constituyen aproximadamente el 81% de la población chilena, aunque oficialmente la Iglesia se separó del Estado en 1925. La mayor parte del resto de la población profesa la religión protestante pentecostal o evangélica. Los indígenas que practican sus religiones tradicionales son una minoría ínfima. Educación y cultura En gran medida, las artes y el sistema educativo de Chile se basan en modelos europeos, aunque se ha desarrollado una tradición cultural propia que combina elementos de los diversos grupos étnicos y que fue influida por la expansión de las fronteras nacionales. Educación El moderno sistema educativo de Chile tuvo sus orígenes a mediados del siglo XIX. En la actualidad, es gratuita y obligatoria la educación para todos los niños entre 6 y 14 años. El sistema escolar está administrado por el gobierno nacional a través del Ministerio de Educación. La tasa de alfabetización, que alcanza el 94%, es una de las más altas de América Latina. A finales de la década de 1980 asistían a las escuelas primarias unos 2.000.000 de alumnos, y más de 600.000 a las secundarias. Existe también un programa preescolar. Entre las instituciones de educación superior destaca la estatal Universidad de Chile (1842), de gran prestigio en el mundo. Otros centros de educación superior son la Universidad Católica de Chile (1888), la Universidad de Concepción (1919), la Universidad Católica de Valparaíso (1928) y diversas universidades técnicas, entre ellas, la primera Escuela de Artes y Oficios (1849), hoy Universidad de Santiago. En 1993 la población universitaria era superior a los 315.000 estudiantes. Vida cultural En Chile predominan dos culturas muy vivas y diferenciadas: la cosmopolita de la solvente población urbana, y la popular de los campesinos, que presenta una gran influencia de la cultura española aunque con legados araucanos y que es predominante en la música y el baile chilenos. Chile cuenta con una rica tradición literaria, y ha sido cuna de dos premios Nobel de Literatura: los poetas Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Instituciones culturalesLas instituciones culturales chilenas se concentran fundamentalmente en las grandes ciudades de la región central. Entre ellas merecen mencionarse el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional y el Museo Nacional de Historia Natural, todos ellos en Santiago, y el Museo de Historia Natural de Valparaíso. La mayor biblioteca del país es la Biblioteca Nacional de Santiago, con un fondo de unos 3,5 millones de volúmenes. Economía Desde los albores del siglo XX, la economía chilena ha estado dominada por la producción de cobre. A partir de la década de 1940, el sector industrial se ha expandido rápidamente, en gran medida por iniciativas gubernamentales. En la actualidad, Chile es uno de los principales países industrializados de América Latina, así como uno de los más importantes productores de minerales. En la década de 1970 se hicieron esfuerzos por impulsar al abandonado sector agrícola y para reducir la dependencia del país de las importaciones de alimentos. Tras una reducción de los cultivos más importantes a principios de la década de 1980, la producción agrícola se recuperó hacia finales de la década. Tras la caída del gobierno de Salvador Allende en 1973, el Estado ha jugado un papel menos dominante en la economía, y la mayoría de las empresas nacionalizadas han vuelto a manos privadas. En 1993 el presupuesto nacional estimado era de 10.090 millones de dólares de ingresos y 9.241 millones de dólares de gastos (valor de cambio a octubre de 1994). Agricultura Aproximadamente el 15% de la población activa chilena se dedica a la agricultura, y los productos agrícolas representan cerca del 10% del producto interior bruto (PIB). A excepción de la cría de ovejas, que predomina en el extremo sur del país, el grueso de la actividad agrícola chilena se concentra en el valle Longitudinal. Desde la década de 1960, los programas de reforma agraria han conseguido incrementar el número de pequeños propietarios, y la productividad aumentó gracias a los modernos métodos de cultivo; sin embargo, sólo un 7% del territorio chileno se dedica al cultivo. Los principales productos agrícolas son: trigo, papas (patatas), remolacha azucarera, maíz, arroz, tomates y avena. El sector frutícola es muy importante y comprende uvas, melones, manzanas, duraznos (melocotones), albaricoques (damascos), ciruelas y cerezas; el país cuenta además con una prestigiosa industria vitivinícola. En Tierra del Fuego y las llanuras de Magallanes es intensiva la cría de ganado ovino, que suponía en 1994 más de 4,5 millones de cabezas; la producción anual de lana es de unas 22.000 toneladas. También se crían ganado vacuno (3,8 millones), porcino (1,4 millones) y caballar (348.000). Silvicultura y pesca Los bosques cubren un 12% de la superficie de Chile. A finales de la década de 1980, la producción de madera se elevaba a unos 16,5 millones de m3, dividida en maderas duras (como el laurel) y blandas (como el pino), destinada a la fabricación de tablas, pasta de papel y papel. Favorecido por incentivos fiscales desde mediados de la década de 1970, el sector forestal representaba a finales de la década siguiente más del 10% de las exportaciones del país. Chile cuenta con uno de los sectores pesqueros más importantes de Sudamérica; en el litoral se consiguen unas capturas anuales de aproximadamente 6 millones de toneladas. Las principales especies son la sardina, la caballa, la merluza, la anchoa y la langosta. La industria pesquera procesa en forma de harina, aceite y conservas la mayor parte de la producción. (Ver, Recursos marinos) Sin embargo, el mar constituye para Chile un lugar de la mayor importancia geopolítica. Tesis de las 200 Millas Marinas En todo el mundo se ha desencadenado una gran competencia por el aprovechamiento de las áreas de pesca. Además, en el Océano Pacífico se han detectado cantidades de zonas de magnesio, cobre, cobalto y níquel.Los factores geográficos que condicionan la existencia, conservación y desarrollo de la flora y fauna marítimas en las aguas que bañan las costas de los países, hacen que la antigua extensión del mar territorial de sólo tres millas marítimas sea insuficiente para la conservación, desarrollo y aprovechamiento de estas riquezas a que tienen derecho los países costeros. Cada Estado tiene competencia para fijar su mar territorial hasta límites razonables, atendiendo a factores geográficos, geológicos y biológicos, así como a las necesidades económicas de su población y a su seguridad y defensa. Chile fue el primer país del mundo en declarar las 200 millas marítimas jurisdiccionales en Junio de 1947.Como consecuencia de estos hechos, los gobiernos de Chile, Ecuador y Perú proclamaron en 1952 la soberanía y jurisdicción exclusivas, que a cada uno de ellos corresponde, hasta una distancia de 200 millas marinas sobre el mar que baña sus costas, incluyéndose el suelo y subsuelos respectivos. En las islas chilenas, el perímetro del mar se mide paralelamente a sus costas, a 200 millas de distancia, por todo su contorno. Las 200 millas señaladas en esta Declaración Tripartita de 1952 no afectan a ningún país próximo, por la inmensa extensión de Océano Pacifico y corresponden, aproximadamente, a la influencia de la corriente de Humboldt, dentro de la cual se encuentran los recursos pesqueros más significativos de estas naciones. Se han realizado tres conferencias de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en Ginebra en 1958 y 1960, y en Caracas en 1974, donde fue imposible fijar una medida convencional internacional sobre la extensión del mar territorial y mar patrimonial. Sin embargo, la tesis de las 200 millas jurisdiccionales se ha ido abriendo camino rápidamente, hasta convertirse en una u otra forma en la posición de un centenar de Estados. La doctrina del mar patrimonial está alcanzando cada vez más adeptos. Ella se está definiendo como una relación entre el reconocimiento de derechos soberanos al Estado costero sobre una zona de hasta 200 millas para la explotación de los recursos y la protección de las necesidades de la comunicación internacional. Para el Estado costero, competencias claras sobre los recursos, el control de la investigación científica, la contaminación y las instalaciones artificiales en la zona; para terceros Estados, libertad de navegación y sobrevuelo más allá de las 12 millas que se le aseguran al mar territorial.Una manera práctica de afianzar la soberanía sobre las aguas que consideramos propias es la de "poblarlas" con embarcaciones chilenas de tal manera que los que puedan venir a pescar a ellas, sin derecho a hacerlo, no se sientan amparados por la soledad. Que no continúe sucediendo el saqueo que se experimenta, por ejemplo, en los mares próximos a las islas de San Félix y San Ambrosio. Conviene tener en vista que, si es ampliamente justificado el esfuerzo económico y de personal que se hace por mantener nuestras bases en la Antártica, tanto o más se justifican los gastos que se hicieron en el sentido de reafirmar nuestra soberanía en las aguas de las 200 millas, sea por razones de subsistencia de la población actual como para preservar las productos de la pesca a las generaciones futuras. Minería Chile dispone de uno de los mayores yacimientos de cobre conocidos y es uno de los principales exportadores mundiales de este metal. El cobre es el principal producto de exportación, constituyendo más del 50% del total anual; en 1994 la producción alcanzaba los 2,2 millones de toneladas.El petróleo y el gas natural (descubiertos en 1945) se extraen en Tierra del Fuego y en el estrecho de Magallanes, con una producción, en 1994, de 714.100 m3 de petróleo (4,5 millones de barriles, aproximadamente) y 4.244 millones de m3 de gas natural.La producción de hierro asciende a 8,6 millones de toneladas. (Ver Minería del hierro en Chile). Chile cuenta también con importantes depósitos de nitratos, yodo, azufre y carbón, y extrae además plata, oro, manganeso y molibdeno. Industria El sector industrial aporta casi el 20% de la producción anual de Chile y ocupa aproximadamente al 27% de la población activa. La industria se basa fundamentalmente en el refinado y procesamiento de los recursos minerales, agrícolas y forestales. Chile es un importante productor de acero en Sudamérica, con una producción industrial por encima de 1 millón de toneladas en 1993. También se refina el cobre y varias refinerías de petróleo utilizan materia prima nacional e importada. Otras industrias importantes se centran en la producción de cemento, pasta y otros derivados del papel, productos alimentarios, textiles y confección (algodón, lana y sintéticos), tabaco, vidrio, productos químicos y azúcar. También son importantes las plantas de montaje de vehículos. El grueso de la industria nacional se concentra en torno a Santiago y Valparaíso; otro importante centro industrial es Concepción. Energía Las centrales hidroeléctricas chilenas tenían una potencia instalada de 4,8 millones de kW y, hacia 1994, generaban 25.267 millones de kWh. La fuerte corriente de los ríos que bajan desde los Andes y de las cadenas costeras constituyen ricas fuentes de energía hidroeléctrica. Se han adoptado importantes iniciativas para aprovechar estos recursos, y a finales de la década de 1980 Chile cubría ya las tres cuartas partes de su consumo con energía proveniente de estas fuentes. (Ver, Energía en Chile) Transportes: Con una red vial de aproximadamente 79.293 km, de los cuales un 15% están pavimentados. Los ferrocarriles totalizan unos 8.800 km y se utilizan en su mayor parte para el transporte de minerales en el norte del país. El principal sistema norte-sur está conectado con ramales a las ciudades litorales más importantes y mediante líneas trasandinas a ciudades de Argentina y Bolivia. Los puertos naturales son escasos, destacando Antofagasta, Valparaíso, San Antonio y San Vicente-Talcahuano. El aeropuerto internacional más importante es el situado en las cercanías de Santiago; también hay aeropuertos en Arica, Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas. Comunicaciones. Chile cuenta con una amplia variedad de modernos medios de comunicación. En 1991 había en el país más de 70 periódicos de información general; El Mercurio, La Tercera y La Nación, publicados en Santiago, tienen una considerable influencia. La televisión, introducida en 1958, está formada por una red de cadenas independientes y una estatal. En el país hay unos 4,4 millones de aparatos de radio, 5 millones de receptores de televisión y 1,5 millones de teléfonos. Moneda y banca La unidad monetaria de Chile es el peso, que sustituyó al escudo en 1975 (412 pesos equivalían a 1 dólar estadounidense en 1994). El semiautónomo Banco Central de Chile (fundado en 1925) tiene el monopolio de emisión de moneda y dispone de amplios poderes para regular la política monetaria. El resto de la banca está constituido por un banco estatal y varios bancos comerciales y de carácter privado. Comercio exterior Las exportaciones de Chile (1994) supusieron unos 9.416 millones de dólares; los metales y minerales representaron más de la mitad de este total y el resto lo constituían las frutas y verduras, carnes y pescados, pasta de madera, papel y productos químicos. En ese mismo año, las importaciones alcanzaron unos 11.125 millones de dólares y fueron fundamentalmente de maquinaria y equipos de transporte, verduras y carnes, equipos eléctricos y productos químicos. Los principales socios comerciales de Chile son Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Argentina y Brasil. Fuente Internet: http://www.salesianoconcepcion.cl/download_engine/ Es propiedad: www.profesorenlinea.cl